Cuando los peques se ponen sus zapatitos solos deberían de tener el 50% de posibilidades de poner el derecho en el pié derecho y el izquierdo en el izquierdo. Pues en el mundo de Simon casi siempre acaban al revés.
Este dibujito en el interior de cada zapato ha sido la solución definitiva.
Que buena idea! Porqué será que se confunden tanto,sobre todo después de la siesta….!gracias Anna
Jajajajaja, me parto de risa, eres un genio.