– un cartoncillo con espacio suficiente para un mensaje de texto corto y mil y un pensamientos.
Mandar una postal por correo es un gesto pasado de moda pero yo me he propuesto mandar una cada dos semanas y es fantástico. Te iluminas de la luz de los pequeños soles que nacen en las almas tocadas – como por una varita mágica… Supongo que pensáis que exagero pero es verdad…
No exageras, solo hay que pensar en la ilusión que hace recibir las pocas postales que nos llegan en navidad.
Recibir noticias por medio de una postal es muy agradable a la vista y llega más allá de lo que nuestra vista puede alcanzar.