En el colegio de los pequeños, de pedagogía waldorf, han celebrado la Fiesta del Farol. Todos los niños y sus familias se juntaron en el anochecer para dar un paseo llevando la luz consigo.
Hicieron el farol con la tapa redonda de quesitos como base, la «pared» es una hoja de papel de acuarela pintada, encerada y luego pegada y grapada. El farol está sujetado con un alambre a un palo que han ido a buscar por el campo.
Estas noches dulces de noviembre brilla su pequeña luz en la ventana de su cuarto.
Me encanta, qué idea mas chula y para activar los cinco sentido.
Es realmente precioso, todo el cielo iluminado de creatividad infantil 🙂