En un parque natural en Sudáfrica tenían problemas con una manada de elefantes agresivos que destrozaban pueblos y aterrorizaban a la gente. Si nadie se hacía cargo de la situación había que matarles. Lawrence Anthony, conservacionista internacional, ecologista, explorador y escritor que vivía y trabajaba en el parque, empezó a convivir con este grupo de elefantes intentando averiguar que pasaba. Durante varios años pasaba largas temporadas seguidas con ellos.
Los elefantes tienen una forma de comunicación a larga distancia (puede ser de un extremo del continente al otro) que, hasta hoy, los científicos no han sabido explicar. Lawrence contó que en algunos momentos tenía la sensación – un sentimiento – de que los elefantes intentaron comunicarse con él pero habló poco del tema porque entendía que sonaba a cuento…
Lawrence Anthony murió de un ataque de corazón a los 61 años y en ese mismo momento «su» grupo de elefantes emprendieron una marcha de 20 kilómetros, tardando más de 12 horas, hasta llegar a la casa de Lawrence (donde, porsupuesto, nunca habían estado antes) y se quedaron dos días dando vueltas a la casa…
Luego volvieron a la selva para no volver nunca más.
¡¡ Guauuuu !!
Que bonita historia, pone los pelos de punta.
Estos animales, tan bellos como increíbles.
¡Que hermoso!
Como amante de los animales, me parece una historia enternecedora.
Estamos perdiendo la conexión con la naturaleza.
Si. De alguna forma creo que solo contamos con la realidad que está comprobada científicamente – no contamos con los milagros de la naturaleza … que simplemente son así…
ohhhhhh. snif.