Algunas mañanas, por cambios de temperatura y cielo, parece que han caido las nubes a la tierra.
La humedad en el aire es tan densa que siento como penetra en la piel de mi cara y la reducción de visibilidad me obliga a prestar atencion únicamente a las cosas de primer plano.
Ni viento, ni pájaros,… silencio… como si la propia tierra mantuviera la respiración – esperando…
En Enero los días empiezan a ser un poco más claros y me ayudan a divisar el largo túnel que me espera al final del camino.
Saludos desde Malgrat de Mar.
Es curioso como ciertos elementos cotidianos y se podría decir que simples como una niebla, el sol, la lluvia…. pueden hacernos sentir tan fuerte.