«No importa, que más da.» – «Soy una gota en el mar.»
Por muy raro que parezca, este pensamiento me da paz. No quiero decir, para nada, que mi vida no sea importante para mi o que no siempre lucho por la vida de mis queridos, por la de la naturaleza, el medio ambiente y la del mundo mundial pero me ayuda a no sentirme tan sumamente impotente.
La responsabilidad siempre me ha pesado. Me acuerdo de niña, muy niña, llorando en mi cama porque había gente muriéndose de hambre en África o por los judíos que habían muerto en los campos de concentración muchos años antes.
La frustración que siento al ver que hay cosas injustas, o malas según mis creencias, es casi insoportable. En mi día a día puede tratarse de cualquier cosas como una cena no perfecta, un coche aparcado ocupando dos sitios sin respetar los demás que necesitan aparcar, el egoísmo de un adolescente, la perdida de un libro, la contaminación, la mentalidad «gastar y tirar», las guerras,… ya ves; cualquier cosa – y la mayoría de ellas fuera de mi alcance en cuanto a poder influir.
El intentar encontrar las proporciones reales, en las dimensiones del cosmos y del tiempo, de lo que yo importo en «el todo» me tranquiliza. Siempre haré lo máximo posible por el bien de este mundo y por mi vida porque, pudiendo cambiar mucho o poco… o nada, la satisfacción personal es enorme cuando veo el reflejo de mi esfuerzo y de mis intenciones en mi alrededor… pero más que el máximo es imposible.
Hmmm… … no hay mar sin gotas…!
No sabes como entiendo lo que dices Anna.
Últimamente, demasiado a menudo, ese exceso de empatía me produce mucho dolor. También por lo que no hago.
Si, pero Pilar, los pequeños detalles y gestos pueden ser tan grandes para otros. Tu das mucho!
Ayyy Anna!! A mi me pasa igual que a ti, siempre me ha sobrepasado la emoción ante las injusticias. Como ves somos muchas gotas en el mar ¡¡Algo haremos!!
Me pasa lo mismo Ana, como dice Pilar HC, muchas veces siento exceso de empatía, y eso lleva a la frustración y a veces a la culpabilidad, por no poder hacer nada… , en fin, como dices, gotas.., esperemos que se haga un mar. Felicidades por tu blog, lleno de sensibilidad. Bss
Gracias! La culpabilidad es tan mala – paraliza. Hay que pensar que poco sirve – alguna diferencia podemos hacer… gota a gota… que no agota
😉
Con estas palabras que se ve que que sientes de verdad.. Ya haces mucho
Gracias!
Gracias Anna por tus palabras.
Y amigas, parece que esta entrada nos ha sacado a todas esos sentimientos tan fuertes que está claro que tenemos.
Anna, has dado en el clavo de nuevo.
Cuantas gotas…
Sólo pequeñas palabras han creado éste gran lugar!! Gracias por crear:)
Gracias… como bálsamo este día tan frío… gracias!