Acariciar la hierba del prado.
Ver el orgulloso color de la flor.
Beber el agua del riachuelo.
Escuchar el vuelo del abejorro.
Nombrar cada pájaro.
Tocar el tronco del árbol.
Sentir el calor del sol.
Dar la cara al viento.
Dejar la tierra respirar contigo.
Hay mil maneras de vivir la vida…
Muy hermoso! Besar la tierra implica un rincón del espíritu muy puro… gracias por compartir, me hizo añorar acariciar el pasto!
Contemplar la luna llena bajo un cielo estrellado acompañado del rumor de las olas del Mediterráneo.
Saludos.