el mayor regalo

Yo crecí en el campo con muy pocos niños a mi alrededor. Pasaba el día (bastante) sola en el medio de la (casi) nada pero no recuerdo sentirme sola jamás – no recuerdo sentirme aburrida nunca…

Verntana1

Pasaba el día en mi cuarto dibujando, cortando, pegando,… o en el taller de mi padre serrando, clavando, pintando,… o el bosque cavando, construyendo, descubriendo,…

Mi creatividad no veía obstáculos.

Mi imaginación no tenía límites.

El mayor regalo que me hayan podido dar jamás, consciente o inconscientemente, fueron esos años en mi infancia en los que el tiempo y el espacio era mío – esos años me dieron herramientas que siempre llevo conmigo…

Ruido o Sonido – Mindfulness 17

ruido

He dormido mal. La mañana no me ha cundido e intento escribir mientras los niños juegan en la habitación de al lado con voces altas que no paran de llegar a mi en un continuo chorro. Me entran ganas de decirles que se callen pero… paro un momento – cierro los ojos un momento y respiro – y me concentro en escuchar lo que dicen, en seguir su juego a distancia y en ese mismo instante el ruido cambia a ser sonido. Mi agobio desaparece y me invade la felicidad escuchando dos pequeñas personas creando un mundo imaginario basado en sus impresiones del día.

Disfruto… y sigo escribiendo…

Con el parón he ganado tiempo, he recuperado la concentración y – sobre todo – calidad de vida.

 

La pedagogía Waldorf

Waldorf

La primera escuela Waldorf fue fundada en 1919 por el profesor, filósofo y escritor austríaco Rudolf Steiner.

El objetivo de esta pedagogía es respetar el proceso de maduración de cada niño fomentando su intelecto, su sensibilidad y su fuerza de voluntad dándoles herramientas a los alumnos para saber afrontar los desafíos de la vida.

Antes de los seis o siete años los niños no han adquirido la capacidad de la lógica así que la primera etapa de la enseñanza el aprendizaje se basa en juego e imitación estimulando los sentidos y la imaginación y en fortalecer la voluntad. Lo más importante en esas edades es que los niños sean niños.

A través del juego libre, las tareas cotidianas (como hacer pan y cuidar la huerta), el arte y la naturaleza se potencia el desarrollo sano de los sentidos del niño, la alegría, creatividad e iniciativa. Hacerles sentirse seguros para poder desarrollar sus virtudes sabiendo que los adultos a su alrededor respetan esos talentos.

En la siguiente etapa de esta enseñanza el niño conoce su medio ambiente por medio de la extraordinaria capacidad de la facultad cognoscitiva del hombre que es la imaginación. Vistos a través de la lente de la imaginación, la naturaleza, el mundo de los números, las matemáticas, las formas geométricas, y las tareas prácticas del mundo, son alimento y bebida para el alma del niño. Las cuatro operaciones aritméticas, por ejemplo, pueden ser introducidas como personajes de una obra que los niños de primer grado actuarán con entusiasmo. Todo aquello que se dirija a la imaginación y lo pueda sentir activa los sentimientos y es recordado y aprendido para todo la vida.

En la siguiente y última etapa de la enseñanza Waldorf el joven empieza a experimentar el poder de su propio juicio, la personalidad y la independencia y explora el mundo de manera distinta, llevando consigo idealismo, sensibilidad y un sentido propio que busca definición.

Actualmente existen alrededor de 2500 centros Waldorf en el mundo que imparten esta pedagogía.

Han estudiado en estas escuelas personajes como Jennifer Anisto, Kenneth Chennault, Michael Ende, Sandra Bullock, Barbara Becker, Meret Oppenheim, Ferdinand Alexander Porche, Linn Ulmann, Kristen Nygaard, Nina Bravo, Ursula Vargues, Arlet Palavicino…

… y, ahora, Oliver y Simón! 😉

Entretenimiento acorde con los tiempos que corren:

SUPER-ECOLÓGICO, SUPER-ECONÓMICO

Ayer dí a los peques un cubo con agua y dos brochas y se pasaron toda la tarde en la entrada del garaje. Estuvieron horas entretenidos pintando en el suelo, creando todo un mundo de enormes casas de fantasmas, tijerillas monstruosas, tractores, helicópteros y mariposas que, poco a poco, se iban vaporizando dejando sitio a la imaginación sin límite.

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