enero…de nuevo

DSC_0622 1

Poco a poco «mi rutina no rutinaria», que tanto quiero, se está instalando en mi día a día. Este año arranco de lleno – muy en serio – con mi segundo poemario en Sueco. Lo estoy dedicando aproximadamente 8 horas diarias/ 7 días a la semana y tengo que admitir que me está costando mucho. Hasta ahora siempre he hecho traducciones de poesía de sueco a español pero esta vez es al revés y estoy todavía averiguando la forma de pensar para conseguir el ritmo y la magia de la poesía. Los dos lenguajes son muy distintos y, por lo tanto, la construcción de los versos es muy diferente…  Del español al sueco me sobran palabras…

De todas formas y entre línea y línea tengo tiempo para mis grullas – sobre todo las de acuarela. Tengo varios relojes vintage y colgantes con miniaturas de acuarela –  «LifeGuide-Amulets» (disponibles en mi tienda) – y llegará alguna novedad que iré enseñando …!

 

 

Poesía = Mindfulness

La Poesía es un arte con muchísima tradición e historia – una herencia cultural que debemos custodiar y cuidar …y, además, nos viene muy bien especialmente hoy en día porque la Poesía es como mindfulness – como meditación guiada – porque:

DSC_0343

 

requiere lectura lenta

pide reflexión

implica a todos nuestros sentidos

llama a los sentimientos 

y nos regala esos momentos de presencia en el aquí y ahora.

 

5 minutos de Poesía al día es un remedio antiestrés fantástico!

 

Llena de Silencio

Förgätmigej

Algo me sorprendió por la mañana – algo me decepcionó… y a falta de fuerzas para intentar a ser comprendida me callé y me aferré a mi silencio…

A lo largo del día tuve la sensación de que, en vez de dejarme un vacío, el silencio me llenaba.

El silencio me permitió llenar ese espacio,que normalmente está ocupado por sonido o ruido con pensamientos largos, sentimientos con reflexión – observación – y en el momento que abro “mi puerta” otra vez es con una sensibilidad recuperada.

Una nueva presencia.

Otra joya en la librería:

Libro Volo

«Un lugar en el Mundo» de Fabio Volo.

El primer libro que leí de Fabio Volo fue «El tiempo que querías» y me gustó muchísimo. Este autor italiano escribe tal como se habla – con sencillez y mucho humor pero sin perder la profundidad en sus reflexiones.

Acabo de terminar «Un lugar en el Mundo». Cuenta la historia de Michel y su mejor amigo Federico, amigos desde la infancia que comparten todo pero un día, cansado de la monotonía de su vida, Federico se larga sin mas. Cuando vuelve es diferente, renovado, sereno – enamorado de una chica y de la vida misma. Pronto vuelve a partir pero esta vez para no volver nunca más y eso le impulsa a Michel seguir su ejemplo.

Esta pequeña novela habla sobre sentimientos y situaciones que creo que todos reconocemos.

 

La pedagogía Waldorf

Waldorf

La primera escuela Waldorf fue fundada en 1919 por el profesor, filósofo y escritor austríaco Rudolf Steiner.

El objetivo de esta pedagogía es respetar el proceso de maduración de cada niño fomentando su intelecto, su sensibilidad y su fuerza de voluntad dándoles herramientas a los alumnos para saber afrontar los desafíos de la vida.

Antes de los seis o siete años los niños no han adquirido la capacidad de la lógica así que la primera etapa de la enseñanza el aprendizaje se basa en juego e imitación estimulando los sentidos y la imaginación y en fortalecer la voluntad. Lo más importante en esas edades es que los niños sean niños.

A través del juego libre, las tareas cotidianas (como hacer pan y cuidar la huerta), el arte y la naturaleza se potencia el desarrollo sano de los sentidos del niño, la alegría, creatividad e iniciativa. Hacerles sentirse seguros para poder desarrollar sus virtudes sabiendo que los adultos a su alrededor respetan esos talentos.

En la siguiente etapa de esta enseñanza el niño conoce su medio ambiente por medio de la extraordinaria capacidad de la facultad cognoscitiva del hombre que es la imaginación. Vistos a través de la lente de la imaginación, la naturaleza, el mundo de los números, las matemáticas, las formas geométricas, y las tareas prácticas del mundo, son alimento y bebida para el alma del niño. Las cuatro operaciones aritméticas, por ejemplo, pueden ser introducidas como personajes de una obra que los niños de primer grado actuarán con entusiasmo. Todo aquello que se dirija a la imaginación y lo pueda sentir activa los sentimientos y es recordado y aprendido para todo la vida.

En la siguiente y última etapa de la enseñanza Waldorf el joven empieza a experimentar el poder de su propio juicio, la personalidad y la independencia y explora el mundo de manera distinta, llevando consigo idealismo, sensibilidad y un sentido propio que busca definición.

Actualmente existen alrededor de 2500 centros Waldorf en el mundo que imparten esta pedagogía.

Han estudiado en estas escuelas personajes como Jennifer Anisto, Kenneth Chennault, Michael Ende, Sandra Bullock, Barbara Becker, Meret Oppenheim, Ferdinand Alexander Porche, Linn Ulmann, Kristen Nygaard, Nina Bravo, Ursula Vargues, Arlet Palavicino…

… y, ahora, Oliver y Simón! 😉