No podría estar más orgullosa!

Hace no tanto mi camino se cruzó con el de Luis Prieto – una persona admirable por su incansable trabajo para que se hagan realidad los objetivos de sostenibilidad de Naciones Unidas y por su lucha por la biodiversidad, por la protección de especies,… por el futuro de nuestro planeta! Por la vida!

Siento un profundo respeto por su solidaridad – por todo lo que hace por mi, por mis hijos y por todos!

Estoy muy orgullosa de ser incluida en su newsletter semanal «5 Elefantes los Viernes» en MadBlue donde comparte cosas que valora y explora…

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Una historia real in-creible

En un parque natural en Sudáfrica tenían problemas con una manada de elefantes agresivos que destrozaban pueblos y aterrorizaban a la gente. Si nadie se hacía cargo de la situación había que matarles. Lawrence Anthony, conservacionista internacional, ecologista, explorador y escritor que vivía y trabajaba en el parque, empezó a convivir con este grupo de elefantes intentando averiguar que pasaba. Durante varios años pasaba largas temporadas seguidas con ellos.

Los elefantes tienen una forma de comunicación a larga distancia (puede ser de un extremo del continente al otro) que, hasta hoy, los científicos no han sabido explicar. Lawrence contó que en algunos momentos tenía la sensación – un sentimiento – de que los elefantes intentaron comunicarse con él pero habló poco del tema porque entendía que sonaba a cuento…

Lawrence Anthony murió de un ataque de corazón a los 61 años y en ese mismo momento «su» grupo de elefantes emprendieron una marcha de 20 kilómetros, tardando más de 12 horas, hasta llegar a la casa de Lawrence (donde, porsupuesto, nunca habían estado antes) y se quedaron dos días dando vueltas a la casa…

Luego volvieron a la selva para no volver nunca más.