El sonido más bonito del mundo

(favorito repetido)

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Un día, hace muchos años, llamé a mi abuela y después de hablar un rato me preguntó: “¿Sabes cual es el sonido más bonito del mundo?”

Yo empecé a proponer sonidos – podría ser…: las primeras notas de piano de una composición de Jan Johansson, la risa de los niños, las palabras “Te Amo”, el sonido del agua cuando te tiras a la piscina un día de 40º, los aplausos cuando ganas un concurso, el “noc, noc” en la puerta esperando a Papa Noël… A lo mejor lo más bonito es la palabra “Gracias”, el violín, pequeños pies corriendo por el pasillo es sábado por la mañana, el canto del mirlo…

No sé…

Anna, es cuando suena el teléfono en el apartamento de una anciana solita. El corazón da un brinco cuando alguien piensa en ti y se toma tiempo para llamarte solo para charlar un ratito…”

Mi abuela ya no está – mi abuelo tampoco – y cada año me quedan menos ancianitos por llamar pero siempre, siempre, hay alguien (a lo mejor ni siquiera tan mayor) que se alegra cuando dices “hola” ….aunque sea por teléfono.

La verdad es que, si lo piensas, es fantástico que con una llamadita puedas dar felicidad… hay que aprovechar esa oportunidad… 

 

60 comentarios en “El sonido más bonito del mundo

  1. A pesar de que le tengo dicho que no lo hiciera porque me parecía cómo si le estuviese haciendo un favor, ella siempre, al final de la conversación telefónica, me da las gracias. Ahora también se las daré yo.
    Gracias a ti también Anna.

  2. Me parece precioso lo que cuentas y es verdad con qué poco podemos hacer feliz a una persona. Al final son estos pequeños detalles, estos gestos de amor que dibujan sonrisas, los que te dan las mayores alegrías.
    Un abrazo 🙂

  3. En lo más pequeño para unos, está lo más grande para otros… Con un poco más de empatía todo resultaría un poco más humano.
    Gracias, annna, por regalarnos en cosas pequeñas tanta inmensidad…
    Un abrazo

  4. Wow…es tan poca cosa pero puede significar tanto… parece que nos has tocado la fibra sensible a todos. Este blog tiene un no sé qué de Amelíe que me remueve por dentro. Muchas gracias por escribir con tanto sentimiento.

  5. Anna, me has puesto los pelos de punta.
    Realmente es así y no solo a las personas ancianas sino a todas aquellas que están solas.
    Es un importante recordatorio.
    Yo tengo a mi mami viviendo sola y todo lo que hago y las veces que la llamo al día me parecen insuficientes.
    No dejemos en el olvido las palabras de la abuela de Anna, lo pido con todo el cariño.

  6. Anna ¡¡me has hecho llorar!! He recordado claramente como mi abuela y mi tia abuela sentían esa felicidad cada vez que les llamaba. Mi corazón está ahora un poco encogido, pero te agradezco infinito que me hayas traído de nuevo esa sensación.

  7. Reblogueó esto en Un curso vitaly comentado:
    Hoy os dejo una entrada de una amiga bloguera a la que sigo desde hace tiempo. Hace mucho que quería yo escribir sobre la importancia de nuestros abuelos en la sociedad moderna que nos hemos fabricado. Una sociedad que nos obliga a que entren dos sueldos en casa, cobrando el estado así más impuestos, se supone que ganamos también en productividad..pero gran parte de este sistema se apoya en los abuelos, sin ellos, no podríamos hacer frente a las actuales jornadas laborales, prácticamente no habría natalidad y no tendríamos sitios a los que volver, cuando nos quedamos en paro o nos separamos.
    Cuando deberían aprovechar su merecido descanso, en nuestro país más que en otros, ellos deben permanecer al pié del cañón, porque así lo exige este sistema injusto.
    En fin, este es un homenaje a estos héroes silenciosos y que son la columna vertebral de nuestra España.

  8. Excelente post Anna, es una manera muy fácil de dar un poco de felicidad a las personas que nos rodean, te la copiare y la pondré en practica.

  9. Llevas razón Anna, yo he visto reflejada a mi madre con 87 años y una vida de mucha lucha a sus espaldas, la llena completamente escucharnos todos los días, ella es muy feliz cuando nos escucha.
    Gran mensaje Anna

  10. Desafortunadamente, hay muchas más personas solas de las que pensamos, y no son solo nuestros mayores. Sin duda, estar al lado de los abuelos es beneficioso para ellos, pero una propuesta de Año Nuevo para todo el mundo bien podría ser empezar a escuchar de verdad a los demás. Muy probablemente descubramos que entre nuestros compañeros y amigos a muchos les hace falta también una llamadita o un achuchón de vez en cuando…

  11. Qué bonito Anna! Y qué cierto! En otras culturas los ancianos eran los sabios, y aquí a veces se les trata como trastos. Es muy triste. Y no sólo una llamada, ellos agradecen y necesitan cualquier gesto de cariño. Regalémosles sonrisas, abrazos, llamadas, conocidos o no, da igual. Se demostró que con sólo cogerles de la mano su sistema inmune aumenta. ¿No tenemos un solo minuto al día? Quien no quiera colaborar es porque no tiene alma. Gracias Anna!

  12. Esto me ha desbaratado el alma.

    Sabes, yo ya no tengo abuelos, pero me hacen mucha falta, sobre todo mis dos abuelas, porque fueron dos personas que me enseñaron mucho muchísimo y yo aprendí muy poco, en fin.

    Los abuelos se convierten en los mejores maestros de los los nietos, y sus lecciones son muy muy profundas.

    Gracias por el nudo en la garganta, te sigo leyendo.

  13. Creo que tratáis a los viejos con un paternalismo inaceptable. Que si agradecen, que si necesitan, que si son felices con una llamadita… Parece que les deis una limosna de vuestro cariño, una limosna que nada cuesta. Lo único que necesitan los viejos es que los tratemos como lo que son: personas, como todo el mundo. ¿O acaso tener más o menos años los convierte en algo diferente?

    • Para nada es eso – creo que nos has interpretado mal… Lo que pasa es que con el ritmo del día al que estamos sometidos en la sociedad de hoy las horas, los días y las semanas tienden a pasar tan rápido llenos de actividades, encuentros, reuniones, etc. que a lo mejor no nos damos cuenta que para la abuela el tiempo casi se ha parado. Un día idéntico al siguiente. Dentro de su piso el reloj se mueve más lento porque ella no sigue el tren de alta velocidad… y una llamada no es una limosna – simplemente, por ti y por la otra persona, hay que parar de vez en cuando para decir «hola»… nada más…
      Ah, y SI creo que tener mas años te convierte en algo diferente – algo tan sabio que da envidia 😉

      • Vidaanna, creo que hablas sinceramente, pero pensando en unas abuelas del siglo pasado. Abuelas entregadas, sin otra vida que la de cuidadoras de la familia. Para aquellas abuelas, generalmente sin cultura ni posibilidad de ocios, efectivamente el reloj se para cuando se quedan solas (supongo). Pero muchas abuelas de hoy han tenido una vida profesional tan agitada como la de todos. Hacerse mayor sólo supone una liberación. Por fín pueden disponer de tiempo para todas sus aficiones y actividades pendientes. Sus días son más variados y divertidos que los de los que aún tienen que trabajar. Si alguien los aparta de la sociedad son precisamente los más jóvenes que ellas. ¿Por qué? Supongo que el mito de la pobre «abuelita de Caperucita» sigue incrustado en las mentes. Pero este arquetipo ya no existe.
        ¡Ah! Y creo que tener más años no te convierte en más sabio ni en más estúpido de lo que siempre has sido.

      • Interesante – yo si creo que con los años te vuelves mas sabio… sin duda… que por supuesto no tiene nada que ver con inteligencia ni estupidez…
        Cuando escribí esta entrada no pensaba en las abuelitas del siglo pasado, un arquetipo que ya no existe, como tu dices – simplemente me acordé de una conversación telefónica que tuve con MI abuela. Una conversación llena de gratitud por el cariño que llevaba consigo y por tantas situaciones posteriores que he vivido… y espero vivir y sentir muchas veces más… Creo y deseo que esas llamaditas forman parte de la cadena positiva que hace de nuestro mundo un poquito más humano con cada acto de energía positiva 😉

    • Pues contestando a tu pregunta te diré que ojala no fuese así pero «el ser anciano» realmente te hace diferente; como dice Anna ya no sigues el ritmo vertiginoso de la juventud y el menos vertiginoso de la madurez (por llamar así a una edad intermedia).
      Yo me «opongo» al trato que damos a los ancianos, les hablamos con condescendencia y como si fuesen niños pero la realidad es que la mayoría de las personas lo hacemos a menudo sin darnos cuenta de que nosotros también seremos ancianos (si tenemos suerte).
      Así que pienso que hay que vivir con la realidad, con lo que ocurre realmente, sin perjuicio de que luchar contra esa realidad, si no lo ves justo como es tu caso, es una forma de mejorar en algo tan importante.
      Puede que tu reflexión o tu critica nos haga pensar a todos en otra forma de ver a los mayores.

  14. Muy cierto Vidaanna, suscribo y comparto tu iniciativa. En multitud de ocasiones, las prisas de la vida, nos hacen olvidar que hay muchas manifestaciones para demostrar nuestro afecto por los seres queridos. Una llamada telefónica; una visita improvisada; un detalle cualquiera al igual que a menudo recordamos cualquier anécdota, supone, un preciado regalo para cualquiera que tengamos en estima y aprecio.

    Feliz 2015

    Juan Bernardo montejb

    PD: Gracias por visitar mi blog.

  15. Excelente relato Vidaanna. Es verdad que en la sociedad actual la gente de más edad está algo abandonada. Nadie tiene tiempo para ocuparse de ellos. Cuando ya no están sienten su ausencia y lamentan no poder ya comunicarse.

  16. Una llamada a un anciano lleva placidez y es sin el porque…. la felicidad es apreciada por sus ondulaciones cuando se va. Me encanta tu enlace y de igual forma mil gracias por visitar el mío

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