…un paseo largo reparador…

El flujo constante de noticias que cruzan el mundo, del que me cuesta alejar a pesar de no ver televisión, me inhibe y me contamina. Mi hipersensibilidad me  paraliza y lo ha hecho desde que era pequeña. Destrucción ambiental, hambre, opresión, enfermedad,… Siento todo como un peso enorme sobre mis hombros – demasiado pesado para llevarlo día a día.

Cuando me convertí en madre, hubo un momento en que tuve que tomar una decisión necesaria para poder ser la persona que quería ser – para ser capaz de sentir esa felicidad y equilibrio que debería…  No fue, para nada, tan fácil como puede parecer ahora cuando lo escribo. Tuve que volver a aprender a fijarme en esos pequeños detalles a mi alrededor que en algún momento dejé de ver. Poco a poco mi forma de pensar y sentir cambió. Al principio me constó mucho trabajo pero llegó un momento que simplemente estaba allí. La luz comenzó a entrar en mí. 

Tengo muchos trucos ahora que utilicé (y sigo manejando) que, si quieres, me encantaría compartir para que el oscuro otoño e invierno sean menos oscuros. Son pequeñas cosas fáciles que marcan gran diferencia.

Esta mañana di un largo paseo reparador, abriendo mis sentidos, llenando mi cuerpo de aire frío y luz matutina. Miré para ver y escuché escuchar y cargué mi mente con energía positiva – esa energía vital necesaria para ser la persona que quiero ser hoy.

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