…un paseo largo reparador…

El flujo constante de noticias que cruzan el mundo, del que me cuesta alejar a pesar de no ver televisión, me inhibe y me contamina. Mi hipersensibilidad me  paraliza y lo ha hecho desde que era pequeña. Destrucción ambiental, hambre, opresión, enfermedad,… Siento todo como un peso enorme sobre mis hombros – demasiado pesado para llevarlo día a día.

Cuando me convertí en madre, hubo un momento en que tuve que tomar una decisión necesaria para poder ser la persona que quería ser – para ser capaz de sentir esa felicidad y equilibrio que debería…  No fue, para nada, tan fácil como puede parecer ahora cuando lo escribo. Tuve que volver a aprender a fijarme en esos pequeños detalles a mi alrededor que en algún momento dejé de ver. Poco a poco mi forma de pensar y sentir cambió. Al principio me constó mucho trabajo pero llegó un momento que simplemente estaba allí. La luz comenzó a entrar en mí. 

Tengo muchos trucos ahora que utilicé (y sigo manejando) que, si quieres, me encantaría compartir para que el oscuro otoño e invierno sean menos oscuros. Son pequeñas cosas fáciles que marcan gran diferencia.

Esta mañana di un largo paseo reparador, abriendo mis sentidos, llenando mi cuerpo de aire frío y luz matutina. Miré para ver y escuché escuchar y cargué mi mente con energía positiva – esa energía vital necesaria para ser la persona que quiero ser hoy.

new week – new energy

Esta semana que ha pasado ha sido, para mi, dura… decepciones, migrañas,… Mi energía vital ha brillado con su ausencia PERO …

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…ya es lunes después de un fin de semana muy reparador – de no salir de casa más que para paseos entre campos de trigo, marcados por sombras de encinas, con las montañas nevadas en el horizonte. Frío, sol,… y con la necesidad de cambio. Al final, lo que más energía me aporta es la creatividad y lo que más me ayuda a mantenerla es la rutina así que…

Esta semana arranco dos nuevos proyectos; poemario en sueco y curso en naturopatía holística 😉

He decidido que ya es hora de traducir mi segundo poemario («Me asomo a la noche») de castellano a sueco. Es un proceso bastante complejo ya que la poesía no se puede traducir palabra por palabra porque hay que encontrar el ritmo, el tono y el sentido de cada verso. El invierno es la época perfecta para este trabajo ya que requiere muchas horas delante del ordenador.

Por otro lado llevo mucho tiempo con la idea de aprender más sobre la naturopatía holística. He heredado de mi madre y abuela un gen de bruja 😉 e interés por las plantas y sus beneficios y ya he decidido hacer un curso de 15 módulos lo cuál me obliga cierta rutina sin interferir en mi trabajo diario de joyería, pintura, escritura,…

Así que, con nueva ilusión, respiro este lunes cualquiera muy especial!