Donde empieza el otoño…

He caminado suficiente como para saber donde empieza el otoño;

– donde el tiempo se desvía hacía el viento para encontrar nuevos horizontes.

– donde las hojas se sueltan en silencio y preparan el suelo para otra vida.

– donde las nubes bajan a la tierra y pintan valles en blanco.

Peacefulness

El otro día mencioné mi «peacefulness» – la conciencia en el momento y el estar que me ayudó (y me sigue ayudando) a recobrar y vivir un equilibrio anímico sano en mi día a día.

Mi intención con este blogg – aparte de enseñar mi trabajo – es ayudar a sentir «peacefulness» compartiendo pequeñas palabras, historias y «haceres». He pensado compartir aquí cada lunes – para un buen comienzo de la semana – un pequeño ejercicio o truco para descansar un omento en el estar… el bienestar.

La parte más importante es volver a ver los pequeños detalles que nos rodean como si fuera por primera vez – tanto cosas muy concretas – físicas – como sensaciones.

Entiendo que cada uno tiene que encontrar una herramienta cómoda para trabajar – las mías son sin duda la pintura y la escritura. El escribir poesía y pequeñas reflexiones me obliga a concentrarme justo en eso – en sentir hasta que pueda describir en palabras lo que siento.

He escrito poesía desde hace mucho tiempo – siempre para mi misma – hasta que pensé que compartir daría otro sentido a lo que estaba dedicando ya bastante tiempo. Cuando comparto lo que escribo quiero dar un momento de «peacefulness».

Leer un poema requiere lectura lenta, pide reflexión e implica a todos los sentidos – a cambio te regala un momento de sensaciones y paz. Un instante como una «semilla» antiestrés que, si lo riegas a diario, crecerá al árbol de la felicidad – el árbol de la vida.

 

18/10/19 …viernes!

¡Esta semana ha sido fantástica! (…y eso que nos ha llegado el otoño con frío y lluvia y eso, para la sueca más friolera del mundo, es duro…) He podido trabajar en el taller todas las mañanas y he podido pintar y escribir todas las tardes y noches – me ha cundido y me siento, a pesar de ser viernes, cargada de energía.

En el taller acabé otro anillo «Together» de cinco anillos finos juntados y me ha dado tiempo de empezar otro por encargo y uno nuevo de tres piezas.

He acabado una miniatura y he empezado una acuarela más grande – MUY grande para ser yo – y la verdad es que por ahora funciona… Espero poder enseñarlo pronto!

El trabajo creativo me llena tanto y la rutina me hace ahorrar esa energía positiva para más creatividad…

Sinceramente; tengo ganas de lunes…después de finde!!!

 

 

 

 

Tinta Lunar

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Ya a la venta!!!

«Tinta Lunar» es una antología de microrelatos, en la que he participado con un relato, en homenaje al 50 aniversario de un gran paso para la humanidad …en un pequeño paso de Armstong…

Edotiarial: Circulo Rojo

 

El prestar atención a los pequeños detalles y momentos ayuda a manejar las cuestiones grandes.

Hace algunos años pasaba por una época con la sensación de no vivir mi vida. Me sentía totalmente vacía a pesar de tenerlo todo. 

Vivía un sueño; tenía amor, casa, niños, jardín, trabajo,… y aún así me levantaba cada mañana deseando estar en otro lugar, en otro tiempo, en otro cuerpo.

Me pesaba el mañana y el ayer, la comida y la ropa, la cabeza, y los pies, las guerras y el cambio climático. Me ahogaba. Me paralizaba.

Necesitaba cambiar mi día a día – con o sin ayuda – para poder ser la persona, la madre y la compañera que quería ser. Tenía que cambiar mi actitud para no sentir el vértigo de perder los estribos…

A pesar de ser consciente de la importancia de la actitud en sí, el cambio no es nada fácil. Los pensamientos y las acciones son muy parecidos a los átomos y las moléculas (o iguales – al final somos parte del todo) – actúan por inercia buscando el camino y el movimiento que menos energía gasta.

Empecé a escribir. No fue el típico diario pero si escribía todos los días. Decidí ponerme horario y obligarme a escribir en el ordenador e incluso elegí el formato blog para sentir la «presión» de lectores – crear compromiso – y mi reto era escribir algo positivo todos los días. Podía ser una reflexión mía, un sueño, un dicho que me gustaba, una foto bonita, un cuento,… algo.

Esto me hizo cambiar el foco poco a poco y con el tiempo noté como me levantaba por la mañana buscando bonitos imágenes, cazando bellos momentos,… mirando con otros ojos…

Estuve dos años así – todos los días – hasta que llegó un día que sentí que ya… Ya! …y cerré la puerta a ese zyber-espacio que había creado. Ya no lo necesitaba más. Ya podía ver las noticias en la tele sin hundirme, podría considerar lo que podría hacer yo por el medio ambiente sin sentirme abatida por la sensación de impotencia paralizante.

Ya podía y quería seguí mi camino y aplicar esa energía creativa y ese tiempo en mirar hacía otro paisaje.

 

 

 

La magia de la Inspiración

 

Hay días que me siento, cómoda, con tiempo, con deseo de escribir, pero mi mente está tan blanca como la hoja que tengo delante.

Desconcertada.

Blanca pero para nada vacía – al revés. La sensación es que hay demasiado jaléo en la cabeza para poder agarrar una idea concreta. No huelo la flor porque en el campo hay miles de flores.

Desesperación.

Me estresa muchísimo – no porque tenga obligación o algún «dead line» – simplemente porque realmente quiero escribir… y sé que lo único que puedo hacer es esperar…  Esperar a que encuentre la Inspiración o que ella me encuentre a mi.

Me consuela saber que siempre está por allí – volando tranquilamente esperando que alquien la inspire…

Inspiración.

 

Mientras tanto busco algo en que concentrarme dando trabajo a mis manos o me doy un buen paseo comiendo oxígeno a bocados…

Inspirando.

Ruido o Sonido – Mindfulness 17

ruido

He dormido mal. La mañana no me ha cundido e intento escribir mientras los niños juegan en la habitación de al lado con voces altas que no paran de llegar a mi en un continuo chorro. Me entran ganas de decirles que se callen pero… paro un momento – cierro los ojos un momento y respiro – y me concentro en escuchar lo que dicen, en seguir su juego a distancia y en ese mismo instante el ruido cambia a ser sonido. Mi agobio desaparece y me invade la felicidad escuchando dos pequeñas personas creando un mundo imaginario basado en sus impresiones del día.

Disfruto… y sigo escribiendo…

Con el parón he ganado tiempo, he recuperado la concentración y – sobre todo – calidad de vida.

 

El Arte de Escribir

escribir

Intento transmitir a los chicos lo fantástico es el saber y poder Escribir – el comunicarse a través de letras; tener un bonito detalle con alguien, expresar su creencia en un artículo en una revista, recordar la cita de la semana que viene apuntándolo en la agenda, aclarar ideas en el diario o compartir pequeñas reflexiones en un blog.

Transmitir sentimientos y sensaciones formando y combinando veintitantos símbolos distintos, una serie de signos y … espacios.

Lo bonito que es encontrar una carta de un antepasado y poder saber lo que pensó en el momento de estar sentado en su vieja mesa de madera con una vela al lado expresándose a través de un lápiz. Lo bonito de conocer a una persona por su letra tan personal.

Lo bonito que es compartir en silencio.

(Hoy en día hay más de 840.000 analfabetos en España!)