Después de la tormenta

#peacefulness 1

 

El amanecer es largo hoy – a la luz le cuesta atravesar la manta de niebla, que cubre prados como una nube terrestre, para recuperar su espacio después de oscura noche de tormenta.

El día aguanta la respiración otro momento dando una oportunidad al campo para volver a encontrar su contorno – sus sombras y matices.

Espero a que se levante el telón y abro la puerta al otoño. Inspiro el olor tan típico de lluvia y tierra. Veo que las hojas de las moreras se han vuelto amarillas y los petirrojos han cambiado su canción.

Te invito a que, después de leer mis pequeños textos, intentes describir tu «este momento» de la misma forma, fijándote en colores, sonidos y olores. No hace falta escribir …simplemente sentir.

Peacefulness

El otro día mencioné mi «peacefulness» – la conciencia en el momento y el estar que me ayudó (y me sigue ayudando) a recobrar y vivir un equilibrio anímico sano en mi día a día.

Mi intención con este blogg – aparte de enseñar mi trabajo – es ayudar a sentir «peacefulness» compartiendo pequeñas palabras, historias y «haceres». He pensado compartir aquí cada lunes – para un buen comienzo de la semana – un pequeño ejercicio o truco para descansar un omento en el estar… el bienestar.

La parte más importante es volver a ver los pequeños detalles que nos rodean como si fuera por primera vez – tanto cosas muy concretas – físicas – como sensaciones.

Entiendo que cada uno tiene que encontrar una herramienta cómoda para trabajar – las mías son sin duda la pintura y la escritura. El escribir poesía y pequeñas reflexiones me obliga a concentrarme justo en eso – en sentir hasta que pueda describir en palabras lo que siento.

He escrito poesía desde hace mucho tiempo – siempre para mi misma – hasta que pensé que compartir daría otro sentido a lo que estaba dedicando ya bastante tiempo. Cuando comparto lo que escribo quiero dar un momento de «peacefulness».

Leer un poema requiere lectura lenta, pide reflexión e implica a todos los sentidos – a cambio te regala un momento de sensaciones y paz. Un instante como una «semilla» antiestrés que, si lo riegas a diario, crecerá al árbol de la felicidad – el árbol de la vida.

 

Porqué tan pequeño?

Mucha gente me pregunta porqué pinto tan diminuto…

 

Lo de pintar miniaturas surgió porque ;  

llevaba un tiempo sin coger un pincel  –  entre mis dos niños pequeños y el taller de joyería de plata no me sobraba mucho tiempo… Todo en mi vida iba fenomenal pero, sinceramente, no me encontraba muy bien lo cuál me provocaba cargo de conciencia porque debería de sentirme feliz… y sonreír y…    Tuve la sensación que la vida me llevaba por delante…      

Un fin de semana iba a hacer una escapadita a Estocolmo para visitar a mi hermana pequeña que se acababa de comprar un piso y quería regalarla algo mío y pensé pintar algo. Se lo comenté a mi madre y me dijo “Que sea algo pequeño porque su piso es minúsculo.” Pinté una cosa muy pequeña y la experiencia me llenó en muchos sentidos…

Pintar miniacuarelas (pintar y crear en general) es una forma de mindfulness muy parecido a meditación – yo lo llamo peacefulness. Te tienes que fijar en los pequeños detalles que hacen la imagen y crea la sensación y el equilibro.

Pintar miniatura de acuarela para mi fue (o es) un reto no solo por el tamaño sino también por como pensar/como pinta. Antes siempre pintaba en acrílico y entonces empezaba con el fondo e iba creando la imagen poco a poco – los detalles, las figuras. Con la acuarela es al revés – cada detalle tiene que estar en mi cabeza desde el principio. Exige una concentración tremenda; primero porque no puedo dibujar antes lo que voy a pintar – la punta del lápiz no es suficientemente fina y además «ensucia» y segundo porque uso acuarela clásica que no tiene blanco… 

Ahora solo menciono las dificultades pero realmente estos obstáculos son los que hacen mi trabajo con los «tinys» tan especial. Me ayudó (y ayuda) encontrar esa energía vital que existe en simplemente estar en el momento – en la vida.

The legend of the blue butterfly

Many years ago a man became a widow andwas in charge of his two daughters. The girls were very curious, intellegent and always eager to learn. They constantly plagued their father with questions. Often the man was able to respond wisely, however, at times he was unsure whether he couldoffer his daughters the right answer.

Seeingthe restlessness of the two girls he decided to send them for a season to live with a sage who lived on top of a hill. The sage was able to answer all the questions that the little ones asked him.

One day the sisters devised a trap to measure his wisdom. They decided to ask him a question that he was unable to answer.

The girls went to carry our their plan. The older one went out into the field and caught a blue butterfly. then she began to explain to her sister: «Tomorrow, while I hold the blue butterfly in my hands, we will askthe sage if it is alive or dead. If he replies that she is alive, I’ll squeezemy handsand kill her. If he claims she is dead I’ll free her and she will fly free. In thisway, whatever he answer, it will always be incorrect.»

The next morning the girls went to the sage, desirous of making him fall into the trap, and asked the question.

The man smiled calmly and answered:

«It is up to you – she is in your hands.»

WE ARE THE OWNERS OF OUR LIFE.

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Grullas de Papel

Según una leyenda japonesa, tu mayor deseo se hará realidad, si construyes mil grullas de papel.

Las mil grullas de origami (papiroflexia en japonés) se convirtieron en un símbolo de la paz a causa de la historia de Sadako Sasaki (1943-1955), una niña japonesa que deseó curarse de su enfermedad producida por la radiación de la bomba atómica que cayó sobre Hiroshima. Tras el consejo de su amiga Chizuko, y mientras estaba en el hospital, decidió que haría 1.000 grullas de papel. Pensó que su deseo no sólo sería para curarse, sino también para que todo el mundo pudiera vivir en paz y no hubiera más guerras. Sadako no pudo superar su enfermedad y tampoco acabó de hacer todas las grullas (tuvo que detenerse en la 644). Pero Chizuko y muchos otros amigos llegaron a hacer las 1.000 grullas, que de esta forma, se convirtieron en un símbolo de la paz en todo el mundo.

Imagen relacionada

Tradicionalmente, regalar grullas de papel se ha asociado con el hecho de querer desear salud, bienestar, felicidad y prosperidad. Se regalan, entre otros momentos, cuando nace un bebé, cuando una pareja se casa, cuando alguien está enfermo… o bien se pueden regalar a alguien que quieres o que es importante para ti.

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Año Nuevo – Nuevo servidor:

a partir de ahora la dirección de mi blog es:

www.vidaanna.com

Gracias a vosotros, lectores de “Anna – y los pequeños detalles que hacen mi vida tan bella”, me he animado a dar un paso más en mi propia dirección. Gracias a todos por la confianza.

Para seguir recibiendo automáticamente mis entradas por e-mail tenéis que volver a inscribir vuestra dirección de e-mail en la página principal de www.vidaanna.com (la dirección está protegida y del todo invisible – incluso para mi).

Anna

 

Plantar el Árbol de la Felicidad

arbol pintado

Siembra la semilla de la felicidad en acto de fe y de voluntad.

Riégala diariamente gota a gota: nutre la rama de la solidaridad y la de la generosidad, cuida la flor de la mano que guía y de la sonrisa.

Cada momento de atención se multiplicará y se hará eterno. El árbol crecerá y te dará sombra cuando quema el sol, protección mientras pasa la tormenta y fruta cuando necesitas energía…

Lunes: sigue al domingo y precede al martes…

Para muchos, a lo mejor para la mayoría, el Lunes significa: bajón, pereza, estrés, fin de lo bueno, comienzo duro, madrugón involuntario, desesperación en atascos de coches, separación, etc.

La séptima parte de nuestra vida es Lunes – si vivimos aproximadamente 100 años más de 14 años son Lunes – son 122.640 horas…

Si partimos de la idea de que la felicidad, el estar bien, es cuestión de actitud los Lunes deberían brindarnos las mismas oportunidades de encontrar momentos bonitos que cualquier otro día.

Creo que vale la pena buscar un granito de luz cada Lunes para ver una joya brillar al final…

Mi granito de este lunes: cenaremos «tomates verdes fritos» – eso sólo ocurre una vez al año; después de la gran limpieza de huerta.

Tomate verde

La Mariposa

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Desde hace muchísimo tiempo la mariposa ha sido el emblema del alma, el renacimiento, la belleza, la transformación y la libertad. En muchas culturas es considerada un puente entre el mundo de los mortales y el sobrenatural.

Las Nahuas (pueblo nativo de América Central) dicen que si quieres desear felicidad díselo a una mariposa y libérela. Se elevará al más grande de los cielos con tu deseo será concedido en agradecimiento por su libertad.

Una mariposa pasa de arrastrarse en la tierra a tocar el cielo – ligera y bañada en luz. La verdad es que al final simboliza, de alguna forma, el deseo y el propósito de nuestras propias vidas – al final todos luchamos por ser mariposas, por elevar y tocar el cielo.

«La felicidad compensa en altura lo que la falta en longitud.»

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Ayer, noche fría, estuve pensando sobre la felicidad y lo que es «ser feliz». Llegué a pensar que la abstracta palabra «feliz» es un invento para nosotros que no creemos en un diós; para aspirar – dar sentido – plenitud…

La definición de «felicidad» según diccionario es: «… un estado de ánimo que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada y buena.»

Es más fácil decir «estar feliz» que «ser feliz». En un momento parece todo en tu vida tan perfecto y el siguiente no entiendes porque te levantas cada día. Para poder decir «soy feliz» habrá que intentar a vivir el momento, el instante, ver los pequeños detalles y llenar «el baúl recuerdos buenos» para que la cuenta entre + y – esté en positivo.

Pienso que tiene mucho sentido lo que dice Paulo Coehlo: «La felicidad es simplemente una decisión, una voluntad y una actitud.»

…aunque dice «simplemente» no quiere decir que sea fácil…

Titulo: Robert Frost